LA ENVIDIA, es… todo un tema; es la palabra griega: zeloo, y significa tener calor de sentimiento por o en contra de.
Pero hay otra palabra griega para envidia, y es la palabra “fthonos”, es el sentimiento de disgusto producido al ser testigo u oír de la prosperidad de otros, esta palabra siempre tiene este sentido malo; la distinción de ambas palabras es que, mientras que “fthonos”, desea privar al otro de lo que tiene, “zeloo”, desea poseer lo mismo, y ciertamente admite un significado plenamente bueno.
Aun así, la escritura dice en 1ª de Corintios 13: 4- “el amor no tiene envidia”.
La envidia de alguna manera encubierta tiene relación con el dinero, no es una novedad que el mundo puja y se mata por el amor al mismo, se trata de uno de los síntomas mas claros del caos y la injusticia actual, pesos, dólar, real, libra, yen, rupia, estos son apenas algunos de los nombres de monedas utilizadas en estos casos. No importa cual sea el nombre, el foco de gran parte de nuestro tiempo, energía y atención, se llama “dinero”.
Los medios nos proporcionan relatos del tipo de cambio en las bolsas de valores, análisis económicos, índices de precios y proyecciones de la inflación. Oficinas financieras desarrollan presupuestos y mantienen vigilancia sobre las tendencias de la recaudación y de los gastos públicos. En la esfera personal, examinamos nuestras cuentas de ahorro e inversiones; tratamos de determinar si tendremos o no suficientes fondos para satisfacer nuestras necesidades presentes y futuras.
El dinero en si mismo no es bueno ni malo, sin embargo todos conocemos ejemplos de la fuerza dominadora que este puede ejercer en la vida de las personas; cuantiosos matrimonios han sido destruidos debido a la excesiva preocupación por la riqueza y los bienes materiales, muchísimas carreras han sido arruinadas por la búsqueda insaciable de recompensa financiera, variadas instituciones han sido sacrificadas, curvándose a las extravagancias e influencias de benefactores con substanciales contribuciones.
La Biblia habla sobre el dinero tanto como sobre cualquier otro tópico y recomienda, con insistencia, que seamos extremadamente precavidos en cuanto al poder que el dinero puede ejercer sobre nuestras vidas. 1ª de Timoteo 6: 10 enseña claramente lo siguiente: “porque raíz de todos los males es el amor al dinero”.
El más opulento puede ser rico no en el sentido malo y el más pobre puede codiciar serlo. El amor al dinero no es la única raíz de males, pero es una principal “raíz de amargura”, porque desvía de la creencia correcta a lo efímero de una hueca vanidad. El dinero no compra un carácter moral fuerte, cuando la riqueza se convierte en nuestro objetivo, se torna fácil hacer concesiones morales para alcanzar nuestras metas, de repente, “el fin justifica los medios”.
Proverbios cap. 11, vers. 28.- “el que confía en sus riquezas caerá, mas los
Justos reverdecerán como ramas”.
Caerá, significa que: o se vera empobrecido o atesorara para el provecho de otros, o en otra expresión Bíblica, “juntara en saco roto”.
El dinero no significa necesariamente riqueza, las personas que poseen mayor cantidad son, generalmente, las que alardean sus vienes. La riqueza no necesita ser pretenciosa y existen algunas, en términos de obras sociales, bondad y servicio abnegado que no pueden ser evaluadas en una hoja de balance contable.
Proverbios 13. 7- declara: Hay quienes pretenden ser ricos, y no
Tienen nada, y hay quienes pretenden
Ser pobres, y tienen muchas riquezas.
El dinero no resuelve todos los problemas, su ausencia puede acarrear muchas dificultades, pero poseerlo no siempre las soluciona. La verdad es que tener riquezas puede representar un conjunto de problemas totalmente diferentes, podemos sentirnos desesperados solo de pensar como evitar la perdida de lo que poseemos; perder el sueño, preocupándonos de cómo ganar mas.
Proverbios 15. 16.- Mejor es lo poco con el temor (respeto) de
Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación.
“Turbación”, se refiere a que envuelve las congojas y perplejidades que causan las riquezas.
El hijo/a de Dios, no debe envidiar ni el exterior, ni lo que posee, ni lo que tiene, ni los logros del otro, lo que debe anhelar con celo (zeloo), es cambiar su interior renovando la mente a lo positivo, a lo que suma, a lo que es bueno y agradable a los ojos de Dios y para uno mismo, para no formar fila detrás de los que no tienen el entendimiento alumbrado velados sus ojos por la codicia, la avaricia y el descontrol desmedido de ver quien tiene mas y quien menos, cosas que cansan, agotan y nublan el verdadero motivo de vivir.
Envidia es: “el resentimiento contra el éxito del prójimo”.
Envidia es: “una declaración de inferioridad”.
Envidia es: “atarle las manos a Dios y de esta manera limitar su libertad creativa”.
1ª de Corintios cap. 7 vers. 31- declara: “y los que disfrutan de este mundo,
Como si no lo disfrutasen; porque la
Apariencia de este mundo se pasa”.
Así como los planetas giran sobre sus propios ejes, y a lo vez giran alrededor del sol, así también mientras que efectuamos nuestra parte en la esfera terrenal, Dios ha de ser el centro de todos nuestros deseos. La presente forma es pasajera, “como un sueño”, meramente se pasara “como un vapor”, se pasara como los cambios que se hacen en un escenario de un teatro.
Una gran enseñanza en este tema, es lo escrito por el apóstol Pablo en su epístola a los Romanos cap. 12 y vers. 2.- .este capitulo 12. Presenta uno de los mejores resúmenes de los deberes cristianos encontrados en las Escrituras.
Romanos 12: 2.- No os conforméis a este siglo sino transformaos por
Medio de la renovación de vuestro entendimiento, para
Que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios,
Agradable y perfecta.
Veamos más detenidamente este gran versículo, por partes:
“no os conforméis a este siglo”. La palabra “conforméis”, es la palabra griega, “schematizo”, esta palabra esta compuesta por la palabra “sum”, que indica “junto a” o “con”, y la palabra “squema” que significa “apariencia”; su traducción seria entonces, conformarse a uno mismo, darse uno la forma de o ser conformado.
Esta palabra “squematizo”, proviene de otra palabra griega, que se llama “schema” que significa apariencia, en este caso, aquello que comprende la manera de vivir de otras personas, sus acciones y formas (el esquema de vida o la manera de vivir), este verbo tiene referencia mas especifica y es aquello que es transitorio, mutable o inestable.
En 1ª de Corintios cap. 7, vers. 31.-2ª parte “porque la apariencia de este mundo
Se pasa”.
La palabra “apariencia”, tiene la misma raíz “schema”. La apariencia; todas sus maneras de vivir y acciones de la humanidad tienen una característica en particular, “PASAN”.
Una de las cosas que el hijo/a de Dios debería procurar es no formar fila detrás de las personas que corren desenfrenadamente anhelando lo que otros tienen, estando acelerados y cargados en una carrear desmedida y sin provecho y cuando la alcanzan, simplemente “YA PASO”, Y LUEGO … A VOLVER A EMPEZAR, la pregunta es: ¿hacia donde van? Y ¿detrás de que o quien corren?
Esto también es “envidia”, en uno, u otro aspecto es una pasión desmedida, es codicia, es vanidad, es correr detrás de algo, a cualquier precio, de cualquier forma y sin importar nada y muchas veces sin evaluar absolutamente nada y lo mas risueño de todo esto es que, la mayoría de las veces por no decir todas, “NO ES UNA NECESIDAD”.
Es como resultado de tal comportamiento, sobrevivir cargado, de un andar pesado y agotador, donde lo primero que se pierde es la correcta perspectiva de vivir y sin ser agradecido por lo que se tiene, ignorando que lo que se tiene sea mucho o sea poco, es por la gracia infinita de Dios, por enumerar algo; 1º- la oportunidad, ahora que conozco, de cambiar. 2º- salud, mental. 3º- salud corporal. 4º- salud espiritual. 5º- un Padre que escucha y responde a nuestras necesidades. 6º- un techo, comida y abrigo (pero, claro, muchos piensan que esto es algo que se ganaron o se lo merecen), cuando, ni lo ganaron, ni se lo merecen, es en realidad, por única GRACIA DE DIOS. Simple y sencillamente “no somos agradecidos por lo que tenemos”. Creemos que el mundo gira a nuestro alrededor y nada tiene mas importancia que mi propia vida, cuando en realidad necesitamos, amar y que nos amen, y no hablo específicamente de la pareja, hablo de todos, al punto inclusive, de amar , a aquel, que no es un familiar, un amigo, un compañero de trabajo o un vecino, extendámonos un poco mas allá y miremos mas allá del largo de nuestro brazo para poder ver por experiencia propia lo inagotable de los beneficios de este andar de “amor”.
“La renovación de nuestro entendimiento”, no es por una mera desconformidad exterior para con el mundo; muchas de cuyas acciones pueden ser en si virtuosas y dignas, el concepto es una transformación interior espiritual tal que haga nueva toda nuestra vida; nuevas en sus motivos y fines, aun cuando las acciones en nada difieran de las del mundo, nueva considerada como un todo, y en tal sentido, inalcanzable salvo por el poder constreñido del amor de Cristo.
Esta renovación de nuestro entendimiento, es para probar o discernir la voluntad de Dios la que es buena, agradable y perfecta. Esta voluntad de Dios es “buena”, por cuanto demanda solamente lo que es esencial e inmutablemente bueno; es “agradable”, en contraste con todo lo que es arbitrario, por cuanto demanda solamente lo que goza de la eterna complacencia de Dios y es “perfecta” por cuanto refleja la misma perfección de Dios. Este es el gran deber general de los hijos/as de Dios; la consagración completa de todo nuestro espíritu, alma y cuerpo, a aquel que nos ha llamado a la comunión con su hijo Jesucristo.
“EL QUE NO ENVIDIA TIENE SENDEROS SIN IMPEDIMENTOS”.
miércoles, 15 de julio de 2009
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